Introducción

Equipo para generación distribuida

Los usuarios de energía eléctrica pueden generarla por sí mismos instalando equipos de cualquier fuente de energía renovable (sol, viento, etc.). La denominación genérica de esos usuarios es la de generadores distribuidos. En una gran cantidad de casos los mismos usuarios, tanto industriales, comerciales, residenciales, etc., están alimentados desde redes eléctricas públicas y se rigen por las reglas de la Generación Distribuida vigente en su jurisdicción. 

La viabilidad económica global mencionada antes, sumada al imperativo de reducir la contaminación ambiental plasmado en los pactos internacionales vigentes, llevó a gobiernos y reguladores de servicios públicos de muchos países a diseñar normativas para alentar la adopción de las energías renovables por parte de los usuarios abastecidos desde redes públicas.

De esta manera, además de desplazar a las fuentes de combustibles fósiles, permitieran optimizar el aprovechamiento de la inversión en equipos de energías renovables. Por esta razón, bajo el término común Generación Distribuida (GD), muchos países permiten a quienes instalan generadores de energía renovable, vender a la red eléctrica pública todo exceso de generación que no consuman. De esta forma, los usuarios que invierten en instalar generadores de fuente renovable logran reducir significativamente el costo de energía eléctrica porque la generan para su propio consumo y para vender el excedente. Así, económicamente, toda la energía generada aporta al recupero de la inversión y ecológicamente se reduce la contaminación ambiental.

Es posible conocer detalles sobre la GD por medio del manual Introducción a la Generación Distribuida de Energías Renovables de la SSERyEE que puede descargarse aqui

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