En la gran mayoría de los casos, las empresas o entidades usuarias están conectadas a la red de distribución eléctrica pública de Argentina y todas pueden aprovechar la Generación Distribuida fotovoltaica para alimentar su propio consumo y vender los excedentes a la red. Los sistemas conectados a la red son los que permiten aprovechar las ventajas de este tipo de generación. No obstante, para asegurar aún más la calidad y continuidad del servicio de la distribuidora, y potenciar los beneficios de la generación propia, los usuarios pueden instalar sistemas híbridos que incluyen baterías de alta prestación, seguras y eficientes. Los sistemas híbridos son ya la tendencia mundial más avanzada para alcanzar los objetivos de la transición energética en proceso.
En los casos que no se tenga acceso a la red pública de distribución, podrán instalarse sistemas aislados de red. Estos sistemas acumulan en baterías la energía suministrada por la fuente renovable cuando la misma está disponible y la toman para el consumo cuando la fuente renovable no genera. En el caso solar fotovoltaico, la acumulación solo será diurna y el consumo se proveerá desde las baterías en los demás horarios.
La denominación general empresas agrupa usuarios de actividades y tamaños diversos. Desde la óptica de las instalaciones de generación fotovoltaica, en base las necesidades comunes, se distinguen tres grupos principales
1. Industrias pequeñas y medianas: los generadores fotovoltaicos son asimilados como medios de producción, se operan y mantienen correctamente. En gran medida, la coincidencia entre los horarios de producción y demanda colaboran para el mejor repago de la inversión inicial. Los sistemas híbridos pueden asegurar la continuidad de los procesos críticos en caso de ser necesario.
2. Comerciales: independientemente de su tamaño, para estos consumidores los horarios de mayor producción y consumo no son plenamente coincidentes. Requieren de una continuidad de servició asegurada y pueden aprovechar los beneficios de los sistemas híbridos acumulando energía para utilizarla en los horarios en que la producción de fuente solar es baja o nula.
3. Rurales: requieren alta confiablidad y se benefician específicamente de los sistemas híbridos con acumulación de energía en los casos en que la criticidad de la aplicación así lo requiere como en la extracción de agua para animales o riego, la energía eléctrica para los procesos de producción como leche o avicultura.
Desde la óptica del tamaño de las instalaciones para generación distribuida fotovoltaica, los usuarios se clasifican por la potencia del generador que instalen. La normativa (Resolución 314/2018) define tres categorías de usuarios para GD:
(a) Pequeños (UGpe): los que instalen un equipo de GD con conexión a la red de distribución en baja tensión cuya potencia no supere 3 kW.
(b) Medianos (UGme): los que instalen un equipo de GD con conexión a la red de distribución en baja o media tensión de una potencia mayor a 3 kW y hasta 300 kW.
(c) Mayores (UGma): los que instalen un equipo de GD con conexión a la red de distribución en baja o media tensión de una potencia mayor a 300 kW y hasta 2 MW
En otras secciones de este sitio es posible determinar la viabilidad de adoptar GD fotovoltaica y efectuar autoanálisis preliminar y conocer detalladamente el proceso para ser usuario generador
